EL MOMENTO ACONSEJA PRUDENCIA POLÍTICA EN EL TRATAMIENTO DE TEMAS NACIONALES
http://www.notamedin.net/2015/07/el-momento-aconseja-prudencia-politica.html
Por Balbueno
Medina
Lic. Balbueno Medina
En estos momentos en que la Republica Dominicana se encuentra
bajo observación de organismos internacionales y países que pretenden
aprovechar la situación de enfrentamiento con Haití, para evadir su
responsabilidad frente a ese país, lo que más conviene es que tanto el gobierno
como la oposición asuman posiciones de cuidados respecto a ciertos temas que se
airean en los medios de comunicación nacionales e internacionales.
Es hora de pensar en el futuro, respaldando las medidas que
se han tomado con el propósito de organizarnos y no exponernos a ser sancionados por organismos
internacionales, por buscar sacarle capital político al tratamiento de temas
que lejos de separarnos, nos deben unir para revertir la campaña que se ha montado
contra el país, como el tema migratorio
que se ha querido mantener vivo dentro y fuera del territorio nacional.
La sentencia 168-13, del Tribunal Constitucional, la ley 169-14
y el Plan Nacional de Regularización, solo nos han dado las herramientas para
avanzar en una materia en la que Republica Dominicana se había quemado
frecuentemente, pero que ahora ha decidido superar con excelentes notas como lo
ha estado haciendo el gobierno con su defensa a la soberanía nacional.
Por lo tanto, es prudente y aconsejable que en medio de la
presente campaña electoral, tanto el tema de la regularización de extranjeros,
como el de los contratos de construcción
con la empresa Odebrecht, sean excluidos de la agenda política, porque lejos de
beneficiar cualquier proyecto de la oposición, nos perjudicarían en el plano internacional,
donde se ha querido magnificar la campaña que los detractores han querido
mantener contra el país.
De hacer lo contrario, y pretender mantener el enfrentamiento
interno con relación a estos temas, los dominicanos estaríamos dando sobradas
razones a los verdaderos enemigos de la patria que persiguen desesperadamente,
por todos los medios, que la Republica Dominicana asuma la responsabilidad de
mantener en su territorio a los ilegales haitianos, que por muchos años han
dependido del presupuesto nacional, reduciendo la calidad de vida de los y
las ciudadanas dominicanas que
contribuyen con el pago de sus impuesto al desarrollo nacional.
De manera que quienes han querido poner en el debate político
los temas de la regularización de extranjeros y de la Odebrecht, con el avieso hecho
de sacar beneficios políticos, han fallado en sus estrategias de conseguir el
voto mayoritario de los dominicanos para los comicios del 2016, debido a que el
sentir de la mayoría de nuestros ciudadanos y ciudadanas se ha centrado en el
accionar de defender la soberanía nacional, que actualmente se encuentra
amenazada por los enemigos del país.
La unidad de los dominicanos respecto al tema migratorio y a
cualquier otro que pueda afectar la imagen del país, se ha puesto de manifiesto
mediante la respuesta, que en todas partes del mundo, nuestra gente le ha dado a quienes han querido
vendernos como una nación racista y donde se violan los derechos humanos de
nuestros vecinos haitianos, rechazando categóricamente esas acciones
manipuladoras y dañinas contra la Republica Dominicana.
De hecho, a los partidos políticos y candidatos que aspiran a
tener buen desempeño en las próximas elecciones,
les convendría retirar de sus agendas de campaña el cuestionamiento de las políticas
que el gobierno lleva a cabo de cara al proceso nacional de regularización de extranjeros,
debido a que podrían convertirse en cómplices de los detractadores del pueblo
dominicano en el plano internacional y recibir la misma repulsa que estos
recibieron de nuestros ciudadanos y ciudadanas en todo el mundo por su
embestida contra el país.
Ademas, los sectores que equivocadamente han desenfocado el propósito
de sus campañas políticas para mantener en primer plano los temas que han sido
objeto de cuestionamiento de la Republica Dominicana en el plano internacional,
deben recordar que nunca como antes la sociedad dominicana se había unificado
en la defensa de su soberanía nacional, frente a quienes le han enrostrado su condición
de Estado racista con la manipulación del caso haitiano, y por lo tanto deben
tener mucho cuidado con compartir los puntos de vista de estos, porque esa acción
podría hacerlos ver como traidores a la patria, al colocarse del lado de los
enemigos del país.
En definitiva, las campañas políticas deben servir para que los
candidatos y los partidos hagan
propuestas al electorado que permitan enfrentar los problemas que afectan a la
sociedad, no que perjudiquen a las mayorias, como se ha querido hacer con el
tratamiento de los temas haitiano y de la Odebrecht, los cuales lejos de
beneficiar al país, podrían hundir mucho más la imagen de Republica Dominicana
en el plano internacional, la cual se encuentra en vía de recuperación luego
que el gobierno pusiera en evidencia las mentiras y calumnias que se han
levantado contra nosotros de manera aviesa y desconsiderada.
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