LA CONVERSION DE LAS TELECOMUNICACIONES DOMINICANAS




Por Balbueno Medina

Numero 2

Mientras la All American Cable auxiliaba al Estado dominicano en la provisión de servicios de Telecomunicaciones; otra empresa de fama y renombre internacional, también decidió establecerse en la Republica Dominicana, se trató nada más y nada menos que de la RCA.

Tanto la All American Cable, que tenía sus oficinas en la Julio Bernes de Gazcue, como la RCA, que operaba en la Calle El Conde, aunque ofrecían de manera independiente los servicios de telecomunicaciones a la población dominicana, también se los proveían a la Dirección General de Telecomunicaciones para que ésta a su vez se los ofertara al público.

Sin embargo, llamaba mucho la atención el hecho de que siendo el Estado dominicano, a través de la DGT, comprador de esos servicios de Telecomunicaciones a las empresas privadas del ramo, ofreciera tarifas menos costosas que las existentes en el mercado regular.

Aunque no había una cultura de la población dominicana de utilizar de manera masiva los servicios de telecomunicaciones del Estado, salvo los de telegramas y cablegramas, por la importancia que revestían para la oficialidad y la credibilidad de sus contenidos en cualquier parte del mundo.

Vale recordar y destacar, que los nombramientos, circulares y mensajes de gran importancia tanto oficial como privadas que circulaban en todo el territorio nacional, se enviaban a modo de telegramas, a través de la Dirección General de Telecomunicaciones a los lugares de destino y se tenía un gran respeto por el contenido de esa comunicación.

El telegrama y el cablegrama, tenían tanto valor que los usuarios los utilizaban para llegar de una manera creíble y respetuosa hacia las demás personas, que le daban tanto crédito a lo que en ellos se publicaba que eran presentados en cualquier sitio publico, empresa o tribunales y su contenido tenia una especie de fe publica.

Por esa razón, la población dominicana utilizaba los servicios de telecomunicaciones que ofrecía el Estado dominicano para llegar a tiempo y de manera efectiva al destinatario, de modo que el mismo sienta el respeto, la oficialidad y la rigurosidad de un instrumento de comunicación veraz.

Ese carácter de respetabilidad y de credibilidad que se tenia por el Telegrama y el Cablegrama, se hacían sentir con mayor fuerzas cuando una persona enviaba uno de estos contenidos, a través de Radio Guarachita, que se encontraba en la Calle Palo Hincado de la Zona Colonial, anunciando la urgencia del fallecimiento de un ser querido o notificando a un dominicano residente en Estados Unidos de la enfermedad de su padre o de su madre para que le concedieran el permiso correspondiente para venirlos a ver al país.

Los cierto es que se trata hoy día de servicios obsoletos, pero que en su momento llenaron todo un vacío y que quizás sin ellos no hubiéramos llegado donde nos encontramos en materia de telecomunicaciones, ya que a pesar de contar con los servicios del Correo Dominicano, éstos eran más rápidos, creíbles y aceptados por la población al momento de hacer uso de ambos servicios.

En todo momento, los servicios de Telecomunicaciones y Correos de nuestro país estuvieron unidos, aunque tanto la Dirección General de Telecomunicaciones y el Instituto Postal Dominicano, funcionaban administrativamente independientes, incluso hubo en algunas ocasiones que ambos fueron dirigidos por un incúmbete o director General de Telecomunicaciones y Correos.

Estas instituciones del gobierno dominicano, que operaban con una infraestructura común, comenzaron a distanciarse en el 1986 cuando bajo la dirección de Horacio Veras Gómez, se crea el Instituto Postal Dominicano (INSPOSDOM) y pasa a ser una entidad descentralizada del Estado dominicano y posteriormente su antigua edificación es demolida para dar paso a la construcción de la plaza España y se construye en la Feria el nuevo edificio que lo aloja después de ese proceso de reformas.

Agendasemanal@hotmail.com

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