¿ Y QUIEN SALVARA A LOS CONSUMIDORES DOMINICANOS DE LA ESTAFA MILLONARIA POR EL PESAJE DE PRODUCTOS.

Por Balbueno Medina

Los estudios que ha venido revelando la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), en torno a la estafa de que ha sido victima la población dominicana por parte de fabricantes y productores de muchos artículos de consumo masivo, no puede caer en el vacío.

Se trata de una estafa millonaria, que en principio, de acuerdo a lo revelado por los técnicos de esa casa de altos estudios, supera los más de 2000 millones de pesos, que les fueron robados a los consumidores mediante el peso inexacto de las fundas de cemento y los aceites vegetales que consume la población dominicana.

Sin embargo, lo más preocupante de todo esto es que muy pocos medios de comunicación social del país, se han referido a esa estafa, que si hubiese ocurrido en otra nación, los ejecutivos de las empresas involucradas estuvieran en estos momentos siendo interrogados y acusados por las autoridades judiciales del país.

Hasta el momento, la gente común y no común del pueblo dominicano, consideraba que los consumidores estaban siendo únicamente estafados con el pesaje de los combustibles, cosa que hasta era visto como algo común por algunas personas, pero para sorpresa de todos, las investigaciones realizadas por los técnicos de la UASD, ahora nos hablan de un cumulo mayor de artículos que incluyen la canasta familiar.

En nuestro país, todos sabemos quienes se dedican a la fabricación de los aceites vegetales y los que producen cementos en grandes cantidades y consideramos que aunque sean gentes poderosas, que a pesar de que tienen grandes influencias en ciertas esferas de poder, tienen que pagar por el desfalco que ha cometido contra los consumidores de esos productos.

Desde luego, las investigaciones que realiza la Universidad Autónoma Santo Domingo, continuaran con las evaluaciones a otros productos y ojala que estos fabricantes poderosos no intenten detener esas labores serias que vienen realizando los técnicos de esa casa de altos estudios o pretendan atentar contra la vida de ellos, cosas que no se pueden descartar en nuestra nación.

Debemos abogar porque la UASD continué realizando ese tipo de investigaciones con los demás productos que consume la población dominicana y porque las autoridades de la casa de altos estudios y el gobierno dominicano brinden todo su respaldo a los técnicos que con arrojo y coraje se han dedicado a esta noble tarea, que ha permitido al pueblo dominicano conocer a sus verdugos estafadores.

Tras la denuncia conocida por la sociedad dominicana y muy a pesar de que muchos se han querido quedar indiferentes ante la magnitud de la misma, el Ministerio de Industria y Comercio y el Instituto de Protección al Consumidor, están en el deber de profundizar las investigaciones hechas por la UASD y emprender acciones judiciales contra los fabricantes que han estafado a los consumidores dominicanos y obligarlas a devolver los miles de millones de robados.

De igual manera, las organizaciones No gubernamentales que trabajan a favor de la protección de los consumidores, deberían emprender acciones judiciales contra los estafadores de la población dominicana, con el objetivo de sentar un precedente que ponga fin en el país a ese tipo de robos que se acostumbra a cometer contra la sociedad.

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