MEDIDAS QUE PODRIAN ENSANCHAR LA BRECHA ENTRE POBRES Y RICOS





Por Balbueno Medina




Lic. Balbueno Medina 
(Periodista)

Todavía la población dominicana no termina de reponerse de los estragos causados por la reciente reforma fiscal, aprobada por el Congreso Nacional para enfrentar el déficits que nos costó la friolera de 205 mil millones de pesos, de acuerdo a los informes de los organismos internacionales y se anuncias nuevas medidas impositivas que podrían afectar sensiblemente a los sectores menos pudientes del país.
Por suerte que el presidente Danilo Medina ha estado llevando dinero a los bolsillos de los pobres productores agrícolas del campo dominicano, sino la situación que hoy estuvieran pasando fuera mucho peor, porque las reformas fiscales que se han hecho en los últimos años han menguado el poder adquisitivo de los pobres.
Otros sectores que inciden en el desarrollo de la economía nacional, no han pensado como el primer mandatario y contrario a él lo que aspiran es ganar y ganar, en perjuicio de la clase trabajadora que de acuerdo a los informes del Banco Mundial (BM), ha visto distanciarse del progreso que exhiben las clases pudientes, algo solo apreciado en la Republica Dominicana.
El anuncio del aumento del 233 por ciento en el precio de los peajes de entrada y salida a la ciudad de Santo Domingo y la inminente reforma fiscal, que habremos de enfrentar los dominicanos, disfrazada a través del cacareado Pacto Fiscal, se convertirían en la estocada final que el gobierno podría dar a los sectores más empobrecidos de nuestro país.
La visita que ha hecho una comisión del FMI a la Republica Dominicana, no es más que un ingrediente que buscar reforzar los anuncios que han hecho los Ministros de Hacienda, Simón Lizardo y de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, quienes han puesto en evidencia la necesidad que tiene el gobierno de mejorar sus ingresos en base del aumento en el precio de los peajes y la firma de un Pacto fiscal.
Lo mismo había expresado el Director General de Impuestos Internos (DGII), Guarocuya Felix, quien en reiteradas ocasiones ha afirmado que la presión tributaria que registra la Republica Dominicana no está acorde a nivel de la economía que se maneja en el país.
En cierto modo, podría ser verdad lo que expresa el Director de la DGII, pero lo que pasa es que quienes tienen que pagar mayor cantidad de impuestos al Estado dominicano no lo están haciendo  y eso lo explica el  informe presentado por el Banco Mundial, porque si la brecha que existe entre pobres y ricos, obedece a que la clase media está destinando todos sus ingresos al pago de los impuestos, entonces los que más pueden están dejando de pagarle al gobierno en base a los ingresos percibidos.
Esos sectores no solo están dejando de pagar lo justo, sino que reciben exenciones y ciertos beneficios que el Estado no está en condiciones de otorgarles, porque también evaden el pago de los impuestos y de algo sagrado como es la Seguridad Social, de acuerdo a lo denunciado por el Superintendente de Pensiones (SIPEN), cosa que hacen en coordinación con obreros inescrupulosos que se prestan a ese tipo de fraudes contra el gobierno.
En ese caso, lo que más convendría es que el gobierno permita que la población dominicana se recupere de la resaca que todavía está pasando de la pasada reforma fiscal y si tiene que aumentar el precio de los peajes de Santo Domingo, que lo haga de manera razonable y no de la forma desproporcionada como la que ha anunciado el Ministro de Obras Publicas y Comunicaciones.
En definitiva, aunque el gobierno precise de recursos para seguir manteniendo la estabilidad macroeconómica, debe cuidar el equilibrio social que también es importante para la estabilidad del país, adoptando medidas que puedan ser resistidas por la población, no imposiciones basadas en la popularidad que ostenta el presidente Danilo Medina.

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