Discurso de un vencedor que no convence Objetivos y propósitos cimentados en arena, no en roca

Por Guillermo Caram

El discurso de juramentación del nuevo período del Presidente Medina pronunciado ante la Asamblea Nacional el 16/08/2016, puede calificarse el de un vencedor que no convenció.

Gracias a la inconstancia opositora que tenía en los actos de proclamación su última oportunidad de manifestarse coherente y contundentemente contra el inequitativo proceso electoral en que resultó abatida, el Presidente Medina se coronó como vencedor de los pasados comicios con un discurso que no convence.

No convence, fundamentalmente, porque se limitó a enunciar objetivos y propósitos propios de discursos de campaña o de programas de gobierno sin demostrar de donde provendrían los recursos para financiarlos en circunstancias que los gobiernos del PLD se han venido desenvolviendo dentro de una fiscalidad deficitaria en que las recaudaciones se consumen en cargas fijas, sin que logre excedentes para incrementar las inversiones financiadoras de los objetivos y propósitos postulados.

El único planteamiento esbozado al respecto fue cuando señaló que “nos sentaremos con todos los sectores de la sociedad dominicana para discutir, de forma responsable, los mecanismos para mejorar el financiamiento del Estado”. Pero no se sabe si esto significará aumento de impuestos mediante una reforma tributaria que no se vislumbra que se consensuada habida cuenta que en 2012 los funcionarios de su gobierno abandonaron el pacto fiscal que se estaba discutiendo. O renegociación de los financiamientos nacionales. O mayor recurrencia a financiamiento nacional en desmedro del sector productivo, incluyendo los recursos provenientes de los Fondos de Pensiones teóricamente propiedad de los trabajadores.

Tampoco convenció por no mencionar que financiará estos objetivos y propósitos con financiamiento externo aparentemente en reconocimiento del pronosticado agotamiento de la recurrencia a recursos externos, como ha advertido reiteradamente el FMI, habida cuenta que la deuda externa ha crecido a un ritmo tres veces mas rápido que la economía.

Como tampoco dijo nada referente a la reorientación de los gastos – reduciendo los gastos alegres y complacientes en burocracia y subsidios para reorientarlos a inversiones - para los objetivos y propósitos anunciados; quedan en suspenso hasta tanto el gobierno se siente con la sociedad para discutir y acordar de donde van a salir los fondos para financiar las acciones para lograr estos objetivos y propósitos.

Contribuye a no convencer la tímida referencia a la corrupción e impunidad que pudiera conducir a economías de gastos inductores de un mayor aprovechamiento social y económico de los recursos disponibles.

Se trata pues de objetivos y propósitos cimentados en arena, no en roca, en alusión a la admonición evangélica.

Por estas razones no convence el anuncio que tendremos recursos para financiar una mejor policía, aunque apruebe el reglamento, para mayor seguridad ciudadana.  Como tampoco convence que tendremos mas seguridad por anunciar dispositivos anti-pánicos al no saber si se podrán adquirir.

Tampoco convence que el transito y transporte mejorarán con la anunciada creación de un Instituto puesto que desde hace 4 años se dispone la ley 247-12 que  dispuso de un plazo de un año para reordenar toda la administración pública;  plazo que  no se cumplió.

Ni siquiera el propio Presidente luce convencido de la solución de problemas, como el eléctrico, a juzgar por su expresión “cuando entre Punta Catalina”  sin precisar fecha; lo cual luce cada vez mas lejos ante los problemas de suplidores de fondos brasileños, el desinterés del sector privado de invertir en un proyecto con sobrecostos insinuadores de corrupción y la negativa de financiadores públicos internacionales en financiar proyectos contribuyentes al calentamiento global.

Finalmente, tampoco convenció al anunciar reformas políticas al señalar que “está impulsando la ley de partidos y electoral” sin que la comunidad nacional haya observado avances en cuanto a través de quien o quienes esa iniciativa se está impulsando.