El Indotel debe aportar recursos al año escolar
MI SENTIR
Por Balbueno Medina
La Ley 153-98 que creó el Instituto Dominicano de las
Telecomunicaciones (Indotel), establece que el 2 por ciento de las facturas que
pagan los usuarios de los servicios de telecomunicaciones serán destinados al
Desarrollo de las Telecomunicaciones a nivel nacional.
Es de suponerse que desde el 1998, en que fue creado el Fondo
de Desarrollo de las Telecomunicaciones en el país, el Indotel debió haber acumulado una inmensa cantidad de
recursos que le permitiera invertir en la mejoría de la infraestructura de las
Telecomunicaciones a nivel nacional, pero al parecer eso no ha ocurrido.
Como conocedor y estudioso del tema de las Telecomunicaciones
en la República Dominicana, le he estado dando seguimiento a los proyectos que
se han desarrollado en el país, tales como República Digital y los Centros Tecnológicos
Comunitarios e Informáticos, los cuales resultaron ser un fracaso para el
Estado dominicano.
La mayoría de los CTC y los CTI, que promovieron
conjuntamente la exvicpresidenta Margarita Cedeño de Fernández y el Instituto
Dominicano de las Telecomunicaciones, se encuentran casi desaparecidos porque
no se crearon las condiciones sustentables que les permitieran seguir operando
en las comunidades en que fueron instalados para brindar servicios a los jóvenes
víctimas de la brecha digital.
Al frente de esas instituciones se nombraron a personas sin ninguna
preparación académica y tecnológica, por
lo que no pudieron darle mantenimiento, y conforme fue pasando el tiempo,
paulatinamente se han ido deteriorando hasta el punto de que hoy día más del 80
por ciento no funcionan en las comunidades en que fueron creados.
En cuanto a República Digital, pese a que se hizo una gran inversión
en la creación de esa plataforma y se vendió como la solución definitiva a la
brecha digital que confronta la República Dominicana, ahora nos damos cuenta
que no ha servido para nada, porque debido a su inoperatividad ni siquiera ha
sido tomada en cuenta para enfrentar el reto que en estos momentos tiene el país
de inicial el año escolar de manera virtual con una efectiva garantía de
conectividad nacional.
Podríamos decir, que fueran o no, los recursos que se
destinaron a esos programas tecnológicos, provenientes del Fondo de Desarrollo
de las Telecomunicaciones, como razonablemente debió suceder, los gobiernos
pasados lo que hicieron fue echar ese dinero del pueblo a un barril sin fondo,
porque ni los CTC, los CTI, ni República Digital le servirán al gobierno para hacer frente a un desafío tan grande como
el de inicial el año escolar de manera virtual a nivel nacional.
Como es una responsabilidad del Indotel en su calidad de órgano
regulador de las Telecomunicaciones, garantizar la conectividad de la población
nacional, debería aportar recursos económicos del Fondo de Desarrollo de las
Telecomunicaciones y asesoría técnica indispensable a las autoridades de Educación
para ayudarles a crear las infraestructuras necesarias que le permitan impartir
las clases virtuales sin ningún tipo de inconvenientes.
Por suerte que en la Rueda de prensa que ofreció el MINERD
para dar a conocer el Plan Nacional de Educación, notamos entre los
funcionarios la presencia del presidente del Consejo de Administración del
Indotel, doctor Nelson Arroyo, quien al parecer ha entendido con prontitud las
responsabilidades de su cargo, contrario a incumbentes anteriores que solo iban
a esa institución a perder el tiempo como lo ha demostrado el tiempo.
La participación del Indotel en el proceso de aprendizaje que
requiere hoy la educación dominicana es fundamental para el sostenimiento de
las plataformas que se utilizaran en la impartición de la docencia virtual a
los estudiantes del país y por esa razón el Minerd, se encuentra en la
imperiosa obligación de transitar junto a ese órgano regulador por el cambio
que habrá de implementar desde el 18 de septiembre con la preparación del
personal docente, hasta el inicio del año escolar el 2 de noviembre y más allá
durante toda la jornada.
En fin, Indotel de servir como asesor y guardián del proceso
virtual de la enseñanza dominicana, porque como órgano regulador de las
Telecomunicaciones deberá velar por el
cumplimiento de las matas y planes trazados por las compañías de telecomunicaciones,
en común acuerdo con el Minerd, para facilitar la conectividad que se requiere
para el éxito del año escolar.
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