Paciencia y calma en cuarentena
http://www.notamedin.net/2020/05/paciencia-y-calma-en-cuarentena.html
MI SENTIR
Por Balbueno Medina
En este momento en que las cifras en torno a la incidencia
del COVID-19 en nuestro país, parecen ser alentadoras hemos visto que la desesperación
se ha venido apoderando de diversos sectores de la población, sin que estos se
hayan detenido a medir las consecuencias que nos dejaría la reactivación colectiva
de las actividades cotidianas.
El gran cumulo de desinformación con la cual está siendo
bombardeada la población dominicana, a través de las redes sociales y medios de
comunicación irresponsables, han alentado la desesperación y la incertidumbre
que sienten muchas personas, que agobiadas por la situación económica y el
cansancio que provoca el encerramiento en casa, han querido salir a las calles
desafiando las medidas que se han tomado para contener la pandemia.
Esa sensación de ansiedad y reacción iracunda de una parte de
nuestra población, encuentran sus explicaciones en las defunciones que se han
producido como consecuencia del alto consumo de bebidas alcohólicas y los
apresamientos que se han realizado a miles de personas en diferentes
localidades del país, sin que las acciones emprendidas para contener estos desafueros
hayan tenido resultados positivos.
Por lo visto, las muertes que se registran en el país por el
consumo de bebidas adulteradas, más de 200, y los apresamientos por encima de
los 40 mil, nos indican que en la República Dominicana estamos luchando contra
dos pandemias diferentes, el Covid-19 y la desobediencia de los que no han
querido acatar las medidas para enfrentar la peste mundial.
Ante todo, lo que estamos viviendo y percibiendo por las
informaciones que recibimos del mundo exterior, en la República dominicana
debemos manejarnos con absoluta cautela y adoptar las medidas en el momento que
consideremos conveniente al interés general para evitar el retroceso en el
avance que se ha logrado en el combate del COVID-19.
Cada país tiene sus propias costumbres y modos de vivir, no
debemos mirarnos en el espejo de ninguno de ellos en particular, es nuestra
responsabilidad obrar como dominicanos y tomar las medidas en base a la marca
dominicana, porque nuestra cultura tiene su propia identidad.
Por el hecho de que en Suecia o cualquier otra nación sus autoridades
hayan tomado medidas adaptadas a su forma de vivir y cultura, no debemos imitar
esas medidas en la República dominicana, porque son países con niveles de
cultura y de vida muy diferentes e institucionalidad totalmente apuestas.
Sigamos haciendo lo que nos ha dado buenos resultados y si
las condiciones lo permiten vayamos produciendo la apertura de manera gradual y
en la medida en que las circunstancias nos permitan mantener el control de esta
pandemia que ha puesto al mundo de patas arribas.
Lo que nos ha sucedido como país, con esta pandemia es
significativo, si comparamos nuestra población con las cifras que arrojan los
resultados del COVID-19, cuando casi alcanzamos la cantidad de 400 fallecidos y
el contagio de cerca de 9,000 personas que viven amenazadas por esa pandemia.
Lo recomendable es no hacer caso a quienes, por apetencias
particulares o interés de lucro personal, mantienen bajo presión a las
autoridades para que produzcan una apertura a destiempo que nos llevaría al
fracaso total, en perjuicio de la sociedad dominicana.
El COVID-19, es tan real como en sus inicios y todavía continúa
cobrando la vida de muchos seres humanos en diferentes países del mundo y en la
República dominicana, aunque ha avanzado en los centros urbanos de mayor población,
no ha podido penetrar a comunidades de extrema pobreza de la región sur, situación
que podría cambiar si se produce la reapertura que algunos interesados en
llenar sus arcas de dinero han venido planteando a las autoridades.
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