Victoria plebiscitaria la del presidente Luis Abinader
MI SENTIR
Por Balbueno Medina
Una vez más, las firmas encuestadoras creíbles y confiables
que durante décadas han acertado en cada proceso electoral de nuestro país,
revalidaron su condición en el seno de la sociedad dominicana con el triunfo que
vaticinaron del presidente Luis Abinader.
Aun cuando la oposición se valió de centenares de argumentos
para desmeritar las elecciones municipales y luego las Congresuales y Presidenciales
del pasado 19 de mayo, cuyos resultados fueron pronosticados con mucho acierto
por la mayoría de las firmas encuestadoras de prestigio, esa oposición rabiosa
e irracional les respondió agresivamente poniendo en duda su profesionalidad y
prestigio ganado por tanto tiempo.
Pudimos observar que algunos de los ejecutivos de estas
firmas encuestadoras que mantuvieron invariable sus resultados dejaron de dar
la cara ante los medios de comunicación por las presiones que recibieron por
parte de la oposición, como fue el caso de Rafael Acevedo de la Gallup, quien
por temor a mantener una disputa publica y permanente con dirigentes políticos de
la oposición decidió colocar al frente de la empresa a una joven profesional
para que ofreciera los últimos datos de los trabajos realizados por la misma.
Las amenazas de anarquizar el proceso electoral por la instalación
de las famosas carpas y el montaje de una feroz campaña de desinformación contra
el presidente Luis Abinader, formaron parte del esquema político diseñado por
la oposición para tratar de reducir la ventaja que siempre tuvo el mandatario
sobre sus contrincantes.
Podemos citar por ejemplo, los miles de fakenews, memes y la distorsión que se le dio
a las declaraciones que ofreció el
presidente Abinader, sobre el otorgamiento de la placa de regulación de las
motocicletas, a través de las redes sociales y los medios de comunicación, con
la intención de hacerle daño a su candidatura presidencial que en todo momento
lucio invencible de acuerdo a las
encuestas.
Todo ese manejo ofensivo de la oposición contra el gobierno y
el presidente Luis Abinader, estuvo acompañado de una persistente campaña de divulgación
de la carestía de los precios de los artículos de primera necesidad de la cual
quiso responsabilizar al oficialismo y cuyo discurso la población no le compro
por entender que los mismos han obedecido a factores externos, como la
pandemia, la invasión de Rusia a Ucrania y los conflictos entre Israel y Hamas.
En diversas ocasiones, en anteriores artículos, habíamos expresado
que el discurso que en todo momento quiso mantener la oposición contra el PRM y
el gobierno sobre la carestía de los precios de los alimentos, era el enfoque
de una campaña errada y obsoleta, porque Leonel Fernández, pensó que le sacaría igual provecho que a la
campaña del 2004, cuando Hipólito Mejía fue presidente de la Republica y heredó
la crisis ocasionada por la quiebra de los bancos en el 2003, algo imposible de
comparar por los orígenes de ambos hechos históricos.
También, insistí en que la credibilidad y la confianza del
presidente Luis Abinader, siempre se mantuvo por encima del liderazgo total de
la oposición, debido a que la población dominicana le había retirado su
confianza por los grandes escándalos de corrupción e impunidad que se
produjeron en los pasados gobiernos encabezados por Leonel Fernández y Danilo
Medina, durante los 20 años que se dividieron el control de la administración pública
del país.
Lo cierto es que ha oposición ha quedado desmoralizada y para
sobrevivir de cara a los futuros procesos electorales que sostendremos en el país,
necesitara recomponerse produciendo profundas reformas en la dirigencia de sus
estructuras partidarias, debido al descalabro que sufrió en las elecciones
presidenciales y Congresuales, como consecuencia de la baja votación que
obtuvieron como partidos individuales, donde inclusive el PRD termino perdiendo
su condición de partido mayoritario lo que lo pone en el camino de la disolución
definitiva.
Finalmente, ahora lo que se impone es que la oposición frente
al panorama que vive Republica Dominicana, de cara al problema haitiano y a las
reformas que debemos encarar, acepte el
dialogo propuesto por el presidente Luis Abinader para lograr un consenso sobre
esos temas, y que la misma pida
disculpas públicas a las firmas encuestadoras por haber tratado de desacreditarlas
con las acusaciones de que habían sido compradas por el gobierno y hacer lo
mismo ante el jefe de Estado por haber
llevado a cabo una campaña negativa en contra de él y de su administración gubernamental,
que no solamente le pudo haber costado el poder, sino posibles y futuras
imputaciones judiciales en el futuro.
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