Choque de funcionarios; otra amenaza en medio de la pandemia

MI SENTIR
Por Balbueno Medina
Uno de los problemas más grave que confronta en estos
momentos el gobierno del presidente Luis Abinader, es la desavenencia que
manifiestan legisladores del oficialista Partido Revolucionario Moderno, contra
funcionarios del tren gubernamental a los que acusan de haberse ensimismado
luego de asumir el poder.
Los senadores y diputados del PRM, que en principio se resistían
a manifestar públicamente sus inconformidades con los funcionarios que
acompañaron a trabajar por el triunfo del presidente de la República en las
elecciones pasadas, decidieron romper el silencio para dar a conocer los
desplantes y maltratos de que han sido victima por parte de sus compañeros de
partido.
Los congresistas del Partido Revolucionario Moderno, han
utilizado diversos medios de comunicación, redes sociales y hasta los
escenarios naturales del Congreso Nacional, no solo para denunciar públicamente
las clases de desplantes y vejaciones, que según ellos han recibido de los
funcionarios del gobierno, sino para que el presidente Luis Abinader se entere
de esa situación que amenaza con crear un malestar mayor a lo interno del
gobierno y el partido oficial.
Tales son los casos muy particulares de los senadores de
Monseñor Nouel y de la provincia Duarte, Héctor Acosta (El Torito) y Franklin
Romero, así como el diputado del Municipio Santo Domingo Este, Elías Báez,
quienes han denunciado que los funcionarios del gobierno no cogen ni devuelven
llamadas a los legisladores de su propio partido con quienes deben tratar
asuntos de mutuo interés para el gobierno y el PRM.
Esas contradicciones evidencian que en los actuales momentos
existe un eventual distanciamiento entre dos de los principales poderes del
Estado, que se encuentran en manos del Partido Revolucionario Moderno, que
amerita una rápida intervención de la cúpula del partido y del propio
presidente Luis Abinader, en su condición de líder del país y del partido
gobernante.
De no producirse una intervención oportuna que corte por lo
sano las heridas que se han venido abriendo como consecuencia de la negativa de
funcionarios a recibir a los legisladores del partido oficial y de la oposición,
pudiéramos ver en los meses por venir un desbordamiento de las pasiones de esos
congresistas que en la mayoría de ocasiones buscan el auxilio de las
instituciones del Estado para canalizar las necesidades de sus comunidades.
Los legisladores del oficialismo y también de la oposición,
como es el caso del senador por Pedernales Dionis Sánchez, han afirmado que
contrario a la apertura que desde el ejercicio del poder ha mostrado el
presidente Luis Abinader, los funcionarios de su gobierno demuestran lo
contrario porque ni siquiera las llamadas les reciben a los representantes del
Congreso Nacional.
Se recuerda que como respuestas a las desavenencias y
contradicciones que se producían en el pasado entre los poderes ejecutivo y
legislativo, hace un buen tiempo se creó la figura del funcionario
gubernamental que sirve de enlace entre ambos estamentos del Estado dominicano
y todo luce indicar que en este momento el mismo no ha hecho su trabajo por
lograr la necesaria armonía que debe prevalecer para beneficio del país entre
funcionarios del gobierno central y los congresistas de ambas cámaras legislativas.
Todavía estamos a tiempo de evitar la profundización de esas
contradicciones y enfrentamientos entre funcionarios públicos, siempre y cuando
se utilicen los mecanismos y la voluntad política que permitan un entendimiento
efectivo entre las partes que han mostrado inconformidad por la apatía de
quienes no quieren dar la cara a favor del gobierno.
Publicar un comentarioDefault CommentsFacebook Comments