ECONOMISTA CONSIDERA QUE EL CRECIMIENTO DEL PAIS SE REDUCIRA EN 2011.

Por Balbueno Medina

SANTO DOMINGO.-El crecimiento de la economía dominicana tenderá a reducirse en los próximos dos años debido a factores externos e internos adversos, principalmente por el peso de la deuda pública, afirmó el economista Pavel Isa Contreras.
Los factores externos no favorables al crecimiento son la baja inversión extranjera y el estancamiento de las exportaciones, mientras que las internas, principalmente, son un aparato productivo incapaz de competir con la región por la falta de energía eléctrica, instituciones que no funcionan, mano de obra poco calificada y mala calidad del gasto público.
Afirmó que las inversiones extranjeras “no van a los países que tienen menores costos, sino a los países que tienen mayor seguridad jurídica, que tienen proyectos a largo plazo donde la inversión extranjera se inserta”.
“En 2011 hay un ambiente hostil al crecimiento”, expresó el experto, quien agregó “las condiciones internas son más difíciles en República Dominicana que en cualquier país por el crecimiento de la deuda”, tanto externa como interna y la del Banco Central.
Isa Contreras dijo que la influencia negativa de la deuda es tan alto que “el pago de intereses de la deuda 2010 es 14.5 por ciento del presupuesto, 2011 más de 18% del presupuesto”, sin incluir los subsidios.
Sin subsidio eléctrico, el 30% del presupuesto de 2011 se va en pago de deuda, intereses y amortización de capital, unos RD$110,000 millones, de lo cual 60,000 millones son amortizaciones y 50,000 millones pago de intereses.
En 2011 recibirá financiamiento por RD$100,000 millones, por lo que por primera vez República Dominicana va a pagar más deuda que lo que va a recibir en financiamiento.
En los próximos dos años el gobierno tendrá que generar superávit primario para pagar deudas. “El programa de política fiscal del gobierno de aquí en adelante es generar superávit para pagar deuda, crecientemente más pagos que deudas (financiamiento) y eso es inescapable debido al fuerte aumento que tuvo la deuda externa, interna y con el Banco Central desde el año 2000”, agregó.
“Desde el 2000 venimos en una escala de endeudamiento que se exacerbó y llegó a niveles sin precedentes el año pasado”, apuntó Isa Contreras.
Estimó que la política anticíclica era correcta, pero el gobierno cogió demasiado dinero prestado.
Con relación a los elogios que recibe el desempeño del país de parte del Fondo Monetario Internacional y otros organismos internacionales, el economista expresó que “el gobierno se comporta como quiere el FMI y los organismos de financiamiento” y por eso consideran que las cosas están bien, pero el problema es para los ciudadanos, que además de que hay que sostener un estado inefectivo, que debe mucho, tiene una muy mala calidad del gasto.
No obstante, consideró que la situación será manejable pero el gobierno tendrá que seguir recortando los servicios esenciales a la producción y a los ciudadanos: salud, educación, infraestructura” para disponer del superávit primario que le permita hacer frente a la creciente deuda.
Dijo que ese creciente endeudamiento se produjo cuando al estallar la crisis financiera internacional los países que financian al FMI le previeron recursos para prestar a naciones sin mayor ahorro interno.
En el caso del país, Isa Contreras señala que el riesgo “es que la factura de la deuda es demasiado alta para los próximos dos años”.

Con relación a la credibilidad de las cuentas no tienen graves problemas, pero en lo relativo al crecimiento de la economía hay más de una duda.
“Hay una duda razonable sobre la cifra del crecimiento de la economía. La duda es que la economía sea tan grande como ellos informan”, apuntó Isa Contreras.
No obstante, dijo que lo fundamental es que “el crecimiento, cualquiera que sea, no arrastra a la gente. Ese crecimiento no genera empleo”, y cualquier modelo que no implique un mayor empleo no impacta en la gente y su calidad de vida.
“Lo fundamental es gastar mejor, gastar en la gente. Lo que tenemos desde 2005 es un presupuesto inercial” que modifica las cifras según el precio del petróleo.
Consideró que no se advierte una intencionalidad de quienes hacen el presupuesto de mejorar la calidad del gasto y sustentar los servicios fundamentales para la producción y la gente, sino que parecen dominadas por el clientelismo.