RUMBO AL DESPEñADERO

Por Balbueno Medina

Las esperanzas que la población dominicana ha depositado en el presidente Danilo Medina, han desbordado todas las anteriores puestas sobre los hombros de un mandatario dominicano, por la forma humilde y pueblerina que el jefe de Estado se ha conducido desde que asumió las riendas del poder.

Las acciones del presidente Medina, han vuelto a hacer soñar a gentes que hace tiempo permanecían despiertas porque nunca conciliaban el sueño por las barbaridades a que ha sido sometido este pueblo y por las falsas ilusiones que se les vendía y que al final acababan frustrando sus esperanzas.

Esos que han vuelto a creer en un político y presidente lo que menos esperan es que el destino les vuelva a fallar, porque así se les acabaría el soñar para toda la vida y la frustración los llevaría a la tumba.

Los pobres del Sur, del Este y el Cibao, que han sido los que con más entusiasmo han recibido el gesto amigo y solidario del presidente Medina, son los que anhelan con ansias que cada una de las acciones emprendidas por el mandatario se lleguen a cristalizar, porque definitivamente se lograra hacer lo que nunca se ha hecho por ellos y sus comunidades.

Los anuncios que ha hecho el gobernante Medina, de mejoría en el campo de la producción agrícola y ganadera, lo mismo que en la Pequeña y Medina Empresa, han sido los que mayor estimulo han generado entre los sectores de menores ingresos de la población dominicana, razón por la cual hoy día registra una popularidad superior a la que obtuvo siendo candidato.

A esas medidas y decisiones gubernamentales, también se han sumado la posición asumida por el presidente Danilo Medina frente a la empresa Canadiense Barrick Gold y a la forma humana y humilde con que se dirige a todos los dominicanos, sin importar su posición social o económica.

Sin embargo, aunque muchas de estas cosas marchan como la gente lo ha esperado, sobre todo en el campo de las realizaciones materiales a favor de los productores y las Pequeñas y Medianas Empresas del país, ha sido evidente de que de unos días acá las situaciones han cambiado con respecto al comportamiento frente a la multinacional.

Definitivamente la mayoría de los dominicanos están definidos y decididos a que se tome una medida concluyente con respecto al engaño de que ha sido víctima la nación dominicana por parte de la Barrick Gold, en lo que concierne a los beneficios que genera esa empresa por la extracción del Oro y otros minerales del subsuelo en Pueblo Viejo, provincia Sánchez Ramírez, y por esa razón mantiene la petición de que se revise el contrato para equilibrar la balanza económica a favor de nuestro país.

No es oportuno  ni convendría al gobierno, ni a la sociedad dominicana, que tal y como se ha filtrado, las autoridades dominicanas realicen negociaciones simple y llanamente para recibir exiguos ingresos para resolver problemas coyunturales y que no se produzca la real solución al desbalance que representa el Contrato de explotación de nuestros minerales de la Barrick Gold, frente a los intereses del Estado dominicano.

De producirse lo contrario a lo esperado por la inmensa mayoría del pueblo dominicano que cifró sus esperanzas en el discurso pronunciado por el presidente Danilo Medina, el 27 de febrero ante la Asamblea Nacional, no solo  comenzaría a disminuir la creencia en la figura presidencial de nuestro país, sino que iríamos rumbo al mismo despeñadero, porque la frustración de la gente que ha vuelto a soñar por el nuevo estilo de gobernar, será más profunda y angustiosa que las vividas con anteriores gobiernos.

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