EL FUTURO DE EL PRD Y LAS ELECCIONES DEL 2016

http://www.notamedin.net/2014/05/el-futuro-de-el-prd-y-las-elecciones.html
Por Balbueno Medina
Lic. Balbueno Medina
(Periodista)
Las características de la crisis que sacude al Partido
Revolucionario Dominicano (PRD), desde hace cerca de dos años, nos indican que
la unificación de esa organización política se producirá después de las
elecciones del 2016.
Las posiciones que mantienen los dos principales líderes del
principal partido de oposición del país, no ha dado ni dará cabida a un
entendimiento entre las partes, sobre todo hasta que no depongan sus
aspiraciones a la presidencia de la Republica.
En el fondo, la crisis del PRD, se fundamenta en las
aspiraciones que mantienen Miguel Vargas Maldonado e Hipólito Mejía, a la
presidencia de la Republica y si uno de los dos renunciara a ese legítimo
derecho automáticamente se producirá la anhelada unidad de la familia
perredeista.
En lo que refiere al presidente del partido blanco, las cosas
van más lejos, debido a que el mismo no solo se ha aferrado a las aspiraciones
presidenciales por esa organización política, sino que también desea mantener
la presidencia del partido para evitar los disgustos que le ocasiono la
presidencia de Ramón Alburquerque en el 2008, cuando le correspondió ser
candidato frente a la reelección de Leonel Fernández.
A esas posiciones que hasta
los miopes las ven irreconciliables, por el momento, se añaden la
desconfianza y las traiciones que uno y otro bando señalan han subsistido entre
quienes se disputan el control del partido político más viejo de la Republica
Dominicana.
Mientras Miguel Vargas y sus seguidores, se quejan de que
fueron traicionados por Hipólito Mejía y quienes le adversan, en las elecciones
del 2010, hasta el punto de que le evitaron al PRD conseguir un solo senador,
algo jamás visto en la historia de ese partido, de su lado, los del denominado
grupo mayoritario, acusan a los Miguelistas de haber traicionado al candidato
presidencial en las elecciones del 2012.
De ser ciertas ambas acusaciones, no solo estaríamos frente a
una doble traición de estos sectores contra las bases del PRD, sino ante un
empate que les obligaría a reconsiderar sus posiciones por primera vez, en aras
de resarcir el daño que le han causado al partido y a su militancia en los últimos
años.
Sin embargo, los hechos hablan por sí solos y lo que se
vislumbra en el horizonte político criollo, es que no habrá unificación entre
los dos sectores que mantienen divididos al PRD y que en las elecciones del
2016, tendremos un sector que apoyara la Convergencia y otro que se quedara con
las tres letras del partido encabezando una pequeña alianza con partidos
minoritarios.
Lo lógico es reconocer la fortaleza de un PRD que en medio de
todas esas contradicciones ha podido conservar un 38 por ciento, de acuerdo a
los resultados de la última publicación de la firma encuestadora Penn, Schoen
& Berland, cuya cifra podría desmoronarse tan pronto como se formalicen las
candidaturas de la Convergencia y de quienes encabecen la franquicia.
Es digno recordar y reconocer que la historia política nos ha
enseñado que las divisiones no han sido buenas aliadas de los triunfos del Partido
Revolucionario Dominicano y que una posible derrota de la fuerza que se
vislumbra lo encabezara en las elecciones del 2016, la obligara a negociar la reunificación
de sus sectores internos si desean que ese partido continúe existiendo o de lo
contrario se seguirán despedazando en el Tribunal Superior Electoral (TSE),
hasta que su militancia decida otro rumbo, como el que han tomado muchos, en
medio de la presente crisis.
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