Ciclos de las Telecomunicaciones Dominicanas

MI SENTIR
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Por Balbueno Medina 



La era de Lilis, o gobierno de Ulises Heureaux, la época de la Invasión Norteamericana del 1916 al 1924, la era de Trujillo desde el 1930 al 1961 y la revolución de 1965, marcaron importantes periodos de transformación y crecimiento tecnológicos de la Industria de las Telecomunicaciones de Republica Dominicana, aunque no así en el aspecto legal propiamente dicho.
Fue el 1  de febrero del 1966, cuando se adoptó por primera vez una legislación, que para el momento fue considerada moderna, la Ley 118 que el Congreso Nacional aprueba para regular y operar desde el Estado los servicios de Telecomunicaciones en el país, estableciéndose una competencia público-privada que se mantuvo por más de cuatro décadas y que llego a su final, durante el gobierno de Leonel Fernández Reyna, quien decidió crear el órgano regulador amparado en los lineamientos y recomendaciones  de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) con el apoyo del Banco Mundial (BM), quien financio su puesta en funcionamiento.
Previo a la aprobación de la Ley 153-98, que dio origen al Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) y que abolió la Dirección General de Telecomunicaciones (Dgt), que pertenecía a la Secretaria de Estado de Obras Publicas y Comunicaciones (Seopc), se produjeron trascendentales acontecimientos que posibilitaron su surgimiento; como fueron la Reunificación de Frecuencias en 1992 y las discusiones que se generaron por los cambios que se veían venir por la iniciativa que permitió al país resolver el anacronismo legal en que se encontraba la Industria de las Telecomunicaciones.
El proceso que permitió la incorporación de la Alta Frecuencia o UHF, al sistema de Televisión Dominicana, y que fue liderado por el entonces Director General de Telecomunicaciones, Leopoldo Núñez Santos, suscito diversas controversias de índole político y empresarial que finalmente el gobierno de Joaquín Balaguer logro superar otorgándole ciertas facilidades a dirigentes políticos de oposición y a particulares allegados a funcionarios del llamado anillo palaciego.
La Reunificación de Frecuencias se produjo desde la Banda Baja o VHF, que era la única que acaparaba la gran audiencia nacional, aunque ya comenzaban a surgir varias compañías de Cable en el Distrito Nacional y algunas provincias importantes del país, que sirvieron para aportar a la diversificación de la oferta televisiva que demandaban las clases media y alta, ya que solo el canal 6, suplía las necesidades de una teleaudiencia que se había convertido en exigente desde el punto de vista de lo que recibía.
Es así como todos los canales desde el 2 de Vhf hasta el 69 de Uhf, son reasignados en única frecuencia a cada concesionario de Televisión y en esa operación el Estado dominicano pierde el canal 5 que posteriormente es asignado al empresario Juan Ramón Gómez Díaz, quien durante varios años mantuvo un diferendo con Hatuey Decamps por la propiedad del canal 6, el cual finalmente le fue retornado por el gobierno de Balaguer, logrando poner fin a las diferencias entre el dirigente político y el operador televisivo.
La Banda Uhf aporto a los canales existentes unas 25 frecuencias adicionales que fueron repartidas entre influyentes funcionarios del gobierno, dirigentes políticos de la oposición y empresarios ligados al poder, quienes posteriormente las vendieron a grupos empresariales y bancarios del país, que luego tuvieron que salir de las mismas a raíz de la quiebra bancaria del 2003, mientras que otras fueron incautadas por el gobierno como parte del patrimonio que asumió del Banco Intercontinental, Baninter.
Los canales propiedad de Baninter, entre los que se encontraban: el 27, 53 y 57, estuvieron vinculados a Julio Hazim, quien también facilito en su momento el canal 37, que operaba como Eurotv, al Banco Popular Dominicano, quien luego lo transforma en Cadena de Noticias (Cdn), convirtiéndose en el segundo canal en la historia  Dominicana en transmitir 24 horas de noticias al día, ya que el primer esfuerzo en difundir noticias las 24 horas del día, lo realizo éste empresario a través de Carivisión y una red de emisoras  de Fm y Am, lideradas por Viva  Fm, la cual perteneció al  quebrado Banco Universal y al empresario Leonel Almonte.
Aun cuando el Estado, después de la quiebra de Baninter, mantuvo operando por un tiempo las frecuencias 53 y 57, estas fueron sacadas del aire, y decidió quedarse solamente con la Red Nacional de Noticias (RNN), canal 27, que surgió para competir con la Cadena de Noticias, por la costosa infraestructura tecnológica con que contaba pero que al paso del tiempo se fue deteriorando hasta que el Banco Central tuvo que relanzarlo nuevamente bajo la administración de Ramón Núñez Ramírez, quien decidido adquirir nuevas tecnologías HD para que no sucumbiera y se mantuviera en pie como una alternativa televisiva en el país.
El hecho de que una gran cantidad de canales de Uhf estén fuera del aire, se debe a la forma en que fueron asignados porque a ciertas personas se les dio más canales que los que necesitaban y a otros se les otorgaron frecuencias que no sabían qué hacer con ellas, porque desconocían el funcionamiento del medio televisivo y por esa razón es que muchas de las que no fueron vendidas todavía permanecen fuera del aire generándole pluvia a sus dueños y dolor de cabeza al órgano regulador del Estado.

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