Reacción a declaración del Ministro de Hacienda Simón Lizardo
http://www.notamedin.net/2015/10/reaccion-declaracion-del-ministro-de.html
Por Guillermo Caram
Ante la frase del Ministro de Hacienda, “Tenemos que
tener conciencia en hacer lo posible en aumentar los ingresos”, pronunciada el pasado 19 de octubre durante la misa
de celebración de aniversario del Banco de Reservas, publicada al día siguiente
en el periódico HOY calzada con la firma de Waldis Perez, hasta ahora no
desmentida por autoridad alguna del ministerio; se hace necesario insistir en que la mayor presión tributaria impuesta a
la economía y a la población garantiza la reducción de los déficits en los resultados
presupuestarios.
Contrariamente a lo que piensa el gobierno a juzgar
por las declaraciones del Ministerio de Hacienda, lo pertinente, basándonos en
el análisis de la situación fiscal que efectuamos de 24 años que detallamos mas
adelante, es que el gobierno internalice y se rija por los siguientes
predicamentos:
1.
La mayor presión tributaria ha provocado mayores déficits en los
resultados presupuestarios debido a la equivocada concepción fiscal seguida en
los últimos años basada en el
establecimiento de una tributación sobrecargada que ha provocado informalidad y evasión; impidiendo que los
ingresos se comporten como proyectan los funcionarios y, al no cumplirse frente
a gastos entonces presupuestados obligatoriamente por ley, terminan causando
los déficits presupuestarios citados.
2.
Como el Ministro justificó la necesidad de aumentar ingresos en los déficits
presupuestarios, la vía mas expedita para ello sería corregirlos por vía de los
altos niveles y mala calidad del gasto público por lo que el citado funcionario
debería enfatizar en la reducción y reorientación del gasto público, priorizar
las decisiones en que invertir, el mejoramiento de su calidad, reducciones de
costos incluyendo eliminación de los asociados a la corrupción; todos ellos de
paso, conducentes a un buen gasto público, principal estimulador del pago de
impuestos por parte de los contribuyentes.
3.
Igualmente resulta imprescindible un replanteo integral en
las concepciones del régimen tributario que implique simplificarlo mediante
eliminación de impuestos duplicados e improductivos, reduciendo y nivelando
tasas, eliminando discrecionalidades de los administradores y recurriendo
mayormente a las multas a los contribuyentes violadores, evasores u omisos; en
lugar de acogotar a los contribuyentes que están pagando impuestos
4.
En todo caso, si el gobierno tiene en agenda imponer nuevos
impuestos debería honrar su reiterada promesa para las elecciones del año 2012 –
“de gobernar mediante pactos”, en este caso, pacto fiscal - para lo cual,
evidentemente, se le está acabando el tiempo después de desaprovechar la
oportunidad que se le brindó al comenzar su gestión en cuya ocasión sus
funcionarios abortaron los intentos que en este sentido se auspiciaron a través
del CONSEJO ECONOMICO Y SOCIAL.
5.
Dicho sea de paso para lograr una positiva y verdadera
reforma del régimen tributario debería procurarse la implementación del
mandamiento que al respecto ordena el art. 243 de nuestra Constitución relativo
a alcanzar un “régimen tributario basado en los principios de….equidad y
justicia…” que no es el caso presente, especialmente si los enfocamos desde la
óptica del estímulo a nuestro sistema económico y productivo; así como el art.
244 que prohíbe exenciones impositivas al margen de sanciones favorables del
Congreso Nacional.
El gobierno debería informar asimismo si existe y tiene
otra forma de a aumentar ingresos sin aumentar impuestos para reducir el
déficit presupuestario que el Ministro de marras admitió del 3.4% del PBI al
señalar que “los ingresos son de 14.1 %
del PIB contra un gasto de 17.5% del PIB”, en la declaración aludida.
Para avalar las afirmaciones contenidas en esta
declaración, ampliamos y enriquecemos el análisis que efectuamos de los últimos
24 años de relacionar la presión
tributaria (ingresos tributarios/PBI) y los resultados presupuestarios
(ingresos menos gastos/PBI); re-adjuntando el gráfico y cuadro previamente remitidos.
El gráfico muestra que la presión tributaria manteniendo
una tendencia sostenidamente creciente hasta 2008, observa resultados presupuestarios estables hasta ese
año y por cerca de 12 años. A partir de 2008 la presión tributaria disminuye brevemente,
asociándose con un aumento de resultados presupuestarios deficitarios. Pero al
recuperarse la presión tributaria hasta alcanzar el nivel previamente alcanzado
antes de 2008, los déficits presupuestados NO disminuyeron sino que se
agravaron, aumentándose los déficits no obstante recuperarse la presión
tributaria.
Agrupando por períodos en función de la tendencia que
se observa en el gráfico, armonizados por períodos gubernamentales y gobernantes,
construimos el siguiente cuadro:
Periodos
|
1991-1996
|
1991-2007
|
2008-2014
|
Presión
Tributaria/PBI en %
|
10.5%
|
12.0%
|
13.3%
|
Resultado Presupuestario/PBI en%
|
0.8%
|
0.3%
|
-2.7%
|
Obsérvese que hasta 2007 la presión tributaria se
mantuvo promediando el 12% del PBI y los resultados presupuestarios arrojaban
un superávit de 0.3%; es decir que sobraba, no faltaba, dinero.
Incluso, durante la administración de Balaguer
(1991-1996) la presión tributaria fue menor (10.5%) mientras el resultado presupuestario era casi
tres veces mas superavitario, (0.8%); es
decir sobraba mas dinero.
Pero a partir del 2008 a la fecha habiendo aumentado
la presión tributaria a 13.3% del PBI, los resultados presupuestarios
comenzaron a ser significativamente deficitarios, (- 2.7% en promedio) es decir
faltaban recursos que se financiaban con endeudamiento a un ritmo 10 veces peor
que el observado durante todo el período precedentemente analizado 1991-2007; y
12 veces peor que durante la administración de Balaguer.
Ojalá que el gobierno acabe de valorar las
experiencias nacionales que confirman que simplificando el régimen tributario,
principalmente reduciendo impuestos y tasas excesivas, en lugar de aumentarlos,
es como se puede aumentar las recaudaciones y la presión tributaria; debiendo
señalarse, como experiencias nacionales relevantes las de los años 70s con las
leyes de incentivos fiscales y la reforma arancelaria de los años 90s, así lo
confirman en nuestra nación.
Y que los déficits solo se reducen reduciendo y
reorientando, y mejorando la calidad del gasto.
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