Un respiro para el presidente Luis Abinader
MI SENTIR
Por Balbueno Medina
Sin lugar a dudas, que después de la estresante campaña electoral como la que acaba
de pasar en el país, y el haberse sumergido de inmediato en la titánica tarea
de trabajar las reformas que el gobierno se propone presentar al Congreso
Nacional, al presidente Luis Abinader se le debe permitir un respiro político para
que pueda llevar a cabo el compromiso asumido ante el pueblo dominicano.
En vista de que la oposición política se ha negado a
participar del consenso de las reformas y se rehúsa a sacarle el guante de la cara al Jefe
de Estado por los temas políticos, se hace necesario que la tregua provenga
desde dentro del propio Partido Revolucionario Moderno, donde ya hay quienes
hacen gestiones para conformar maquinarias políticas de cara al 2028.
Esa actitud no le hace bien al gobierno ni al partido
oficial, porque ahora es cuando se necesita mayor unidad partidaria y esfuerzos
colectivos para poner cumplir las promesas que hicieron el PRM y el presidente
Luis Abinader desde el 2020 al pueblo dominicano y que no pudieron ser
cumplidas por las razones que todos conocemos y por las cuales la sociedad volvió
a votar por el primer mandatario.
El presidente Abinader, con la posición invariable que ha
mantenido a través de sus propuestas de reformas ha demostrado que es un hombre
coherente y de palabras, y por esa razón debemos confiar en que todo lo que ha
prometido lo hará como forma de reivindicar su trayectoria política y social.
El Jefe de Estado, ha ido más allá al manifestar que aspira a
que la reforma constitucional sea la primera en ser conocida por la sociedad
dominicana, como forma de garantizar que las demás reformas propuestas sean
aprobadas sin mayores sobresaltos y de esa manera crear un clima de
entendimiento y distensión en el seno de la población.
Por esa razón hay que darle la oportunidad al presidente de
la República para que conduzca el proceso sin los mayores traumas posibles,
sobre todo en momentos en que se encuentra frente a una oposición que está
haciendo todo lo posible por empañarle el inicio de su nueva gestión de cuatro
años que inicia el 16 de agosto del 2024.
Mal harían, ahora, los que aspiran a la nominación presidencial
del PRM para el año 2028, iniciar un proceso de campaña política interna,
paralela a los esfuerzos del presidente en producir las transformaciones que
necesita el país a través de las reformas propuestas, ya que eso desgastaría
las energías del mandatario y del partido de gobierno, traduciéndose en un
servicio mediocre a favor de la colectividad nacional que demanda la
profundidad del cambio iniciado en el 2020.
Por esas razones, los que aspiran a la presidencia de la
República por el PRM, deben posponer todo tipo de esfuerzo político por lo menos
durante más de dos años para permitirle al presidente Luis Abinader, impulsar
las reformas y cuando la mayoría de las mismas hayan comenzado a dar sus frutos
entonces cosechar sus éxitos.
Los aspirantes del partido de gobierno deben saber que en
gran medida el éxito del candidato que surja en el 2028, dependerá de los
resultados que obtengan las reformas que presentará el presidente Abinader, porque las mismas más
que una propuesta del primer mandatario, es un compromiso de esa organización política
con la sociedad dominicana asumida personalmente por su líder principal.
Así que, los aspirantes que se han dado a la tarea de estar
llevando una agenda política paralela a la del presidente de la República le están
haciendo un flaco servicio tanto a su gobierno como al país, porque lejos de
contribuir con la aprobación de las reformas que necesitamos para avanzar en
este estadio que vivimos, lo que están es retrasando el curso que deben llevar
para su cristalización definitiva y por vía de consecuencia sería lo mismo que
hacerle el juego a la oposición política que no quiere que las mismas pasen.
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