ALERTANDO POR LA SUBESTIMACION DEL ENDEUDAMIENTO


Por Guillermo Caram

 
EN EL PRESPUESTO DEL ESTADO 2017 SOMETIDO POR EL GOBIERNO DOMINICANO AL CONGRESO NACIONAL
Los gobiernos del PLD del 2004 a la fecha han sido responsables del 75% de la deuda pública, situada al 16 de agosto del 2016, excluyendo el sector público financiero,  en 26 405 millones de US$.
Estos gobiernos del PLD del 2004, cuando apenas se debía 6 585 millones de US$, al presente, incrementaron la deuda pública en 19 820 millones de US$.  
En otras palabras, la tres cuartas parte de la deuda que tiene la nación se la debe a los últimos doce años de gobiernos del PLD.
Este incremento equivaldría a un promedio del endeudamiento anual de 1650 millones de US$, equivalente a una tasa del 13% anual; mas de dos veces el ritmo promedio del crecimiento del PBI durante los doce años transcurridos del 2004-2016
Por eso es tan importante, al iniciarse un nuevo periodo de gobierno del PLD, observar cuidadosamente las señales en este sentido: si va a continuar o se va a detener.
A juzgar por el presupuesto 2017 sometido por el gobierno, esta tendencia no solo va a continuar sino que se va agravar. El gobierno ha sometido un proyecto de presupuesto del Estado que presenta necesidades de financiamiento por valor de 122 mil millones de RD$, equivalentes, a la tasa de cambio prevista, 47.20, a 3664 millones de US$, aproximadamente 3700 millones de US$. (ver art. 44 del Proyecto de Ley)
Pero basándonos en lo propuesto por el gobierno, consideramos que el endeudamiento  subestimado estimado tanto por resultados menores en los estimados de ingresos frente a gastos que adquieren fuerza compromisoria luego de ser aprobados por la ley de presupuesto. Como los ingresos son estimaciones que no siempre se cumplen, cualquier reducción  de ingresos frente a gastos obligados por ley tiende a traducirse en mayor déficits y necesidad de financiamiento.
La necesidad de mayor endeudamiento se origina en los gastos mayores presentados por el gobierno: un 6.6% mas que el año anterior. Al actuar de esta forma, el gobierno incurre en  imprudencia y desconcierto. Imprudencia, porque lo correcto para detener esa cadena desenfrenada al endeudamiento era reducir gastos. El desconcierto se origina porque éste incremento de gasto se postula contrariamente a lo que habían anticipado funcionarios vinculados al manejo de la finanzas públicas, afectando la credibilidad gubernamental via la discrepancias en entre palabras y hechos: El director de DIGEPRES había declarado recientemente que los gastos quedarían congelados a los niveles del 2016 y en el Consejo de Gobierno pre-presupuestario el Presidente Medina exhortaba a responsabilidad y resultados.
A este incremento de gastos se suman contingencias sobre los ingresos. Hay crisis en el mundo que pueden condicionar la economía expresándose en los flujos financieros: los países productores de petróleo ya amenazan recortar producción para aumentar precios; migraciones en Europa pueden concentrar sus recursos financieros  a las acogidas de inmigrantes y a desarrollar naciones emigratorias; estan resurgiendo vientos de proteccionismo evidenciado en el brexit y en los discursos presidenciales de EEUU; etc. Todo ello, alentado por un FMI que insistentemente sugiere mayo recurrencia a fondos internos, puede terminar en modificaciones a los patrones de asistencia financiera internacional.
Es por eso que surgen temores sobre algunas  proyecciones de ingresos como las donaciones por considerarla una contingencia supeditada a intereses políticos coyunturales de las potencias donantes en momentos que muchas incertidumbres – migratorias, militares, ambientales, económicas, etc. – gravitan sobre el horizonte internacional. También resultan  contingentes ingresos de capital por estar supeditadas a decisiones políticas posteriores y a respuestas de adquirientes de activos fijos. El propio gobierno acaba de cuestionar la venta de terrenos del CEA. Otras partidas deben ser mejor documentadas que, de no producirse pueden incidir en el nivel de financiamiento requerido.
Cuantificamos a continuación partidas que pueden hacer mayor el déficit y las necesidades de endeudamiento A saber:
  1. 3.6 mil millones de RD$ por concepto de Ingresos de capital por 1.7 mil millones de RD$ y Donaciones por 1.9 mil millones, que, de no producirse incrementarían la necesidad de financiamiento a 3720 millones de US$.
  2. 27 mil millones de RD$ para “disminución de cuentas por pagar” correspondiendo a las deudas del gobierno con contratistas, suplidores, etc. Resulta que presupuestos de años anteriores están conteniendo partidas cada vez mas incrementadas por este concepto lo cual resulta difícil de entender que pagando mas se deba mas. Para 2014 se gastaron  12 mil millones de RD$, para 2015 esta suma se duplicó. Para 2016 estimamos que llegará a 30 mil millones de RD$. Cabría preguntarse como, si se hacen reservas para disminuir las cuentas por pagar, estas se incrementan  cada año. Una posible respuesta es que el gobierno se endeuda con suplidores a un ritmo superior a lo que disminuye la cuenta por pagar lo que termina aumentando el endeudamiento; o que no paga lo que tiene que pagar. En este caso, los 27 mil millones de RD$ presupuestados, equivalentes a 572 millones de US$, podrían elevar las necesidades totales de financiamiento hasta 4292 millones de US$
  3. A esta suma habría que sumarle las letras del tesoro y la deuda administrativa del Estado mencionada en los arts. 12 y 46 del proyecto de ley que establecen financiamiento de corto plazo por valor de 28 mil millones RD$ y 586 millones de RD$  elevaría la deuda en  4898 millones de US$

     

    El siguiente cuadro resume las consideraciones precedentes
Concepto
Miles de millones de RD$
miles de US$
Deuda incrementada
miles de US$
Déficit admitido en el Presupuesto
172
             3.644  
excluyendo donaciones e ingresos de capital
3,6
                   76  
3.720
excluyendo disminución de cuentas por pagar
27
                 572  
4.292
mas deuda administrativa y letras de crédito
28,6
                606
4,898
 
Téngase en cuenta además que las disposiciones sobre cuenta única, establecidos en el at. 22 del proyecto de ley y siguientes, no significa un aumento de ingresos sino una contabilización  y registro de ingresos que previamente se venían recibiendo.
Y también,  que las contribuciones de empleadores y empleados a la seguridad social prevista como ingresos del Estado no es un recurso de libre disposición por parte del gobierno sino que está destinado a contra prestar un servicio  o previsión de una colocación de recursos que garantice el patrimonio de trabajadores.
 
En otras palabras, de no retomarse la prudencia en la estimación de ingresos y la ejecución de gastos, el financiamiento estimado por el gobierno pudiera incrementarse en 1254 millones de US$ por encima de los 3644 previstos por el gobierno y entonces alcanzar la suma de 4898 millones de US$ con lo que se continuaría aceleradamente la vorágine de endeudamiento nacional en perjuicio del crecimiento nacional.

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